viernes, noviembre 07, 2008

Y nos vamos, y te quedas allí, detrás de la máscara, respirando ansiosamente, mirándonos ansiosamente, moviendo la mano hinchada. Diez minutos, diez.
La sidra fresca de esta primavera te viene a la memoria, la boca reseca por el oxígeno, la semana en la playa, desayunos en el balcón, los nietos, la perra. Pero tus ojos miran más allá, donde yo no llego. Y no hablas y no sé que pasa por tu mente. Dónde miras, qué ves, dónde estás. Qué recuerdas. Qué sientes. Tantas cosas sin decir en toda una vida, cómo hacer hueco ahora que no hay voz.
Y mis egoísmos, y mis reproches, y mis exigencias, junto a los tuyos. Mis quejas, mi agobio, mi traída y llevada independencia. Ahora, son nada, basura, ceniza. Porque hay algo que está por encima de todo y siempre se olvida hasta que llega la hora de decir adiós. El amor, sólo el amor tiene sentido. Te quiero. Y no te lo voy a decir, no voy a poder. Te quiero.

jueves, noviembre 06, 2008

La vida está en la mirada. Los ojos nos unen . Interior con interior. La vida, a veces, se extravía en el camino que recorren mis ojos hacia los tuyos. Tu no ves, miras más allá, hacia dentro. Y te vas y vuelves, y te vas. Unas veces tú, otras no sé quién. Las miradas no se pueden aferrar, las manos, los cuerpos, sí. No te vayas. Me quedaré sola, sola con mi historia, que es la tuya.