Inmutabilidad. Pasa el tiempo. Y los hechos acacecidos, los sentimientos y el vacío-que-nunca-se-llena-si no-es-de-angustia siguen ahí. Inmutables. Firmes en su lugar como un centinela bien amaestrado que no suelta el mosquetón .
Lo que escribí hace un año podría ser cierto igualmente ahora. Y de hecho, lo es. Pero...
Un deseo sutil como un rayo de sol entre las nubes se ha colado entre la bruma.
Me iré.
Me voy a ir.
Que me voy a marchar.
Que estoy poniendo los medios para irme
Que se van a quedar atrás toda la miseria y las telarañas
Que llevaré conmigo mis cuitas y mis maneras de ser y hacer.
Sí.
Pero me iré.