martes, octubre 28, 2008

Tiendo la mano, inútilmente, hacia aquellos momentos. Veo el pasillo, las habitaciones,el papel pintado de las paredes, e intento recuperar aquellas personas y traerlas aquí y ahora.
Una estola de zorro apolillada, un quimono de seda pasado, niñas que ríen de su propia risa. Santana en el tocadiscos, vasos de coca cola. Carreras, gritos, miradas en el espejo.
Él, sentado en el sillón del salón. Él, oscuro, desconocido. Una y otra vez, la aguja sobre Mrs. Robinson. Una y otra vez, repetida, obsesivamente. Patadas, arañazos, tirones de pelo, permitidos, en vez de caricias, besos y susurros.
Se iba. Chaquetón negro de marino, botas negras Yo daba la vuelta al disco. Scarborough fair. Una y otra vez, repetida, obsesivamente.Añoranza, deseo, ilusión.
La realidad...La ficción....
Lástima haber estudiado francés en vez de inglés.

domingo, octubre 26, 2008

martes, octubre 21, 2008

Pintor callejero

Un poema para ti
estaría escrito
a la luz de las velas.
No se haría con palabras,
sería con tu piel y con mi piel
y los labios de los dos
marcando puntos y comas.
Un poema para ti
sería una danza
con música
lenta y cálida
como agua de mar,
con olas que envuelven
y arrastran.
Un poema para ti
mezclaría en la paleta
los colores del sol,
de la tierra,
del calor
y de la fuerza.

Yo fui incapaz de escribirte, tú de pintarme.
Únicamente, cervezas de ida y vuelta con Erik Clapton de fondo.

sábado, octubre 18, 2008

"Permitirse. Es la hora de ir a permitirse. Vamos a permitirnos."
Uno de tantos lenguajes pervertidos por la lógica de los niños, de uso en aquel colegio de piso. Mundo paralelo al de los adultos. Mundo de olor a viruta de lápiz y goma de borrar, de tachones y mesas raspadas, de hora de bocadillo sin patio. La sinrazón corregida por la razón de los más pequeños.
"Escribe entre las dos rayas sin salirte ni por arriba ni por abajo"
En aquel lugar pedían cosas imposibles, pero parecía que todos tenían habilidad para hacerlas. ¿Cómo se las apañaría pues para meter aquella letra grande y temblorosa en esas pequeñas vías de tren que no llevaba a ninguna parte?. Y lo rápido que se desgastaba el lápiz! Afortunadamente, su padre se ocupaba de sacar punta con un cuchillo para que resultara más fácil. "¡Que no, que te he dicho que no vuelvas a traer ese lapicero de tinta, que es morado y no marca bien! "¿Qué se puede decir a una madre que está enamorada del morado porque le recuerda la bandera republicana y no entiende de tecnicismos caligráficos?
"La plumilla no se aprieta sobre el papel" ¿Pero cómo no se iba a apretar la plumilla si el lápiz morado no marcaba bien y había que apretar un montón? ¡Qué incoherentes eran los útiles de escritura! ¡Y qué bellas las gotitas de tinta en el papel, y el trazo abierto de la pluma despatarrada por aquellos dedos inexpertos!
"Hay que pasar la aguja por cada cuatro hilos, sin tirar de la hebra para que no se arrugue la tela". Había que pasar la aguja, había que pasarla; pero la punta no quería entrar exactamente por donde se juntaban los cuatro hilos con otros cuatro hilos, recalando en algún dedillo de paso. Prefería cinco, o seis, pero cuatro...Sangre, sudor y hierro, las niñas cosen. Las niñas cosen sábanas de plancha para madres a las que no les gusta planchar y que pasan su tiempo huidas en Galerías Preciados. Las niñas cosen mantelitos de merienda en panamá para mesas con hule donde no se merienda nunca.
C'est la vie, mon vieux.
"No te sientes al lado de ningún chico".
Retumbaba en su cabeza flotando entre la perplejidad y la resignación. ¿Quién podría haberse opuesto a aquella robusta maestra pelirroja una vez que la puerta se cerró? Una madre es una madre, pero hasta con siete años uno es capaz de percibir el absurdo de ciertas situaciones y actuar de forma práctica. Y ahí estaba, al lado de dos hermanos, uno gordo y otro flaco, Evaristo y Gonzalo, en un lustroso pupitre de pino con la veta al aire, qué va a ser de mí en este lugar.
Era un mundo desconocido. Una cocina reconvertida en clase, con la despensa a un lado y ventana al patio de luces, las paredes recubiertas de tablero y una pizarra. Tiza, como aquella que usaba para pintar las paredes pero dedicada a menesteres más serios. Cuadernos forrados de hule (le tocó el color más feo por haber esperado hasta noviembre, y justo en el de "Composición", cuyo nombre no auguraba nada bueno). Lapiceros, plumillas en palilleros y tinteros. Equilibrios sobre cuerda floja, manos temblorosas ante ejercicios desconocidos.
"Cuando quieras hacer pis, dices ¿Me permite?".
Menos mal que faltaba poco para ir a comer a casa.

viernes, octubre 17, 2008

Falsas expectativas


Cada mañana, al llegar, abría las ventanas y enrollaba las persianas.El cielo, de un pálido azul, ofrecía jirones de nubes, a veces neblinas. Se adivinaba el levante tras el tejado del patio por un fulgor especial.Quizá era el reflejo del mar, liso e inmóvil a esas horas, quizá la humedad.
Con ese gesto, se asomaba a lo que estaba por venir.La luz, la vida, volar. No veía que era sólo un pequeño espacio encerrado entre cuatro paredes lo que tenía delante, y no la infinitud del espacio que tanto ansiaba.
Y así fue. Un pequeño resquicio de cielo, sólo eso.

sábado, octubre 11, 2008

San Saturio

Todo tú. Toda yo. Encontrados. Y la noche que cae y va cerrándose. Y el silencio que se extiende.Y el río que pasa. Y un pero que ladra. Y el frío que nace.Todo tú. Toda yo. Nada más.

The sea

domingo, octubre 05, 2008

Los veo dormir cada tarde,envueltos en la luz azul de las cortinas.
Desparramados, ovillados, boca arriba y boca abajo.
Caras de piel suave, cuerpecillos tibios, cabellos revueltos.
Poco a poco van despertando.
Titubean, miran a su alrededor, sonríen, buscan el abrazo que les devuelve a la rutina.
Abandonan su mundo de sueños y vuelven a la lucha.
Son tiernos todavía.Son la vida.