Cuando me voy
y vuelvo atrás la mirada
lamento profundamente partir.
No quiero irme.
Quiero permanecer, sentir mis raíces, mis uñas y dientes aferrados a algo.
No quiero desear siempre estar en otra parte.
Quiero formar parte de algo, tener los pies asentados en algo.
No quiero desear siempre estar en otra parte.
Añoro mi lugar, donde quiera que estuvo alguna vez.
Sé que existió.
Lo añoro, luego existe.
Una certeza, quiero. Sólo una, diferente a que no se puede tener certeza sobre nada.