lunes, junio 22, 2009

Sus pasos resonaban en la calle estrecha y sin árboles. Sus pensamientos rebotaban en los muros de las casas. Sus lágrimas ni siquiera asomaban. Lentamente avanzó hasta una puerta de madera oscura y la abrió. El portal sombrío y fresco la acogió.Empezó a subir la escalera de peldaños desiguales.
Tu mundo extraño
y sinuoso
Tu hablar pausado
Tu desorden
Tus costumbres
distintas
Tu acogida
Tu distancia
Cerró la puerta de la casa dejando tras de sí la oscuridad. Los muebles, extraños pero conocidos, esperaban. Las ventanas dejaban entrar la luz del día. Todo tranquilo. Algún helecho en un rincón templado.
Mi mundo
Mi solo mundo
Mi único mundo
¿Quién tocará panderos para mí?
Y sonajas
y crótalos cantarines...
¿Quién traerá el viento cálido que me envuelva y me abrace?

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