lunes, diciembre 07, 2009

L'ancre, l'encre.

La palabra, el conocimiento, el saber. Siempre ahí, esperando a ser llamados en los malos tiempos, para ejercer de ancla y frenar el barco en su caída. Que los barcos no caen? Yo lo sé y lo siento... Siempre hay un finisterrae acechando!

Asideros? sí. Y realidades que forman parte de la propia esencia. Lo permanente dentro del fluir.
Unos van, otros vienen para acabar yendo. Y después, vuelves a aquello que siempre te acompañó y que ha conformado tu ser.

Y quedan a un lado los sueños y los deseos, como dormidos, casi transparentes, evanescentes.
Esperando que alguien aparte el velo que los cubre...

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