La estupidez, la cerrazón.... Frutos de una gran inseguridad, ese árbol que creció despacio acompañando su vida, arraigando dentro, muy dentro de él. Tanto, que las raices ahora mismo ahogan los intentos de movimiento que realiza impulsívamente, queriendo salir de esa pequeña parcela donde se ha quedado. Ese trozo de tierra que cada vez es más chico, que no da bastante alimento, y que comparado con lo que hay alrededor, apenas es un pañuelo.
Soplan vientos flojos , de dirección variable.A veces, entramos en calma. A veces, alguna racha parece que puede tumbarlo. Haría falta un huracán y aún así, dudo si sería capaz de derribar ese maldito árbol. A veces siento que me meto entre esas raices para intentar liberarlo y por un momento la vana esperanza de conseguirlo me alegra el alma, me hace mirar al cielo con ilusión.
Pero no. Todo se queda en vana esperanza. Sigo teniendo la esperanza, sin ver que es eso: vana, vacía, inútil. Yo no soy la prisionera, no soy el árbol, ni el viento. Soy sólo una espectadora obligada a estar presente, nada más. Y a sufrir viendo, impotente, cómo su vida se estrangula. Esa vida que yo le dí. A veces me pregunto perpleja, dolida, angustiada, por qué y para qué.
A veces, dónde nos llevará todo esto.
martes, enero 23, 2007
lunes, enero 22, 2007
A veces siento miedo. Cuando oscurece es el momento en que aparece la locura. Busco el refugio de mi casa y desearía tener una enorme puerta que me separara del mundo y me protegiera de ese exterior que me remueve. No ha sido nada, me repito. No tiene por qué volver a pasar. Pero el miedo sigue ahí, no sé hasta cuando. Echo en falta un enorme manto protector para cubrir a mí y a los míos. Ojos cerrados, tibieza, sueño reparador, distancia.
viernes, enero 12, 2007
Pues no me sale ningun título. Ni falta que hace.
Ya hay media horita más de luz que hace un mes..... Y con el cambio climático de marras, las tardes son soleadas y apetece pasear.
Fonte frida, fonte frida, fonte frida con amor! Donde canta la avefría, donde canta el ruiseñor, menos para el prisionero como yo, que trabaja por las tardes y sale cuando ya no hay sol.
Creo que me volveré incolora como los cangrejitos que viven en las cuevas, y, bueno, más ciega que estoy puedo estar, seguro, pero con esto estoy equiparándome a esos crustáceos que pierden la vista por vivir en un medio oscuro.
Lástima de millones que me permitirían llevar la vida de las golondrinas, emigrando de un lado a otro en busca del sol.
Sé que resulto pesadita de puro repetitiva, pero es una de mis constantes. Mis dudas no resultan existenciales. Se quedan en "vivenciales". Hoy por hoy, mi existencia me trae al fresco. Doy más valor a mi vida.Soy de natural hedonista, obligada a ser estoica por muchas razones, y de tanto cabreo que produce este cambio, me estoy volviendo escéptica y hasta un poquito cínica. Porca miseria!
Fonte frida, fonte frida, fonte frida con amor! Donde canta la avefría, donde canta el ruiseñor, menos para el prisionero como yo, que trabaja por las tardes y sale cuando ya no hay sol.
Creo que me volveré incolora como los cangrejitos que viven en las cuevas, y, bueno, más ciega que estoy puedo estar, seguro, pero con esto estoy equiparándome a esos crustáceos que pierden la vista por vivir en un medio oscuro.
Lástima de millones que me permitirían llevar la vida de las golondrinas, emigrando de un lado a otro en busca del sol.
Sé que resulto pesadita de puro repetitiva, pero es una de mis constantes. Mis dudas no resultan existenciales. Se quedan en "vivenciales". Hoy por hoy, mi existencia me trae al fresco. Doy más valor a mi vida.Soy de natural hedonista, obligada a ser estoica por muchas razones, y de tanto cabreo que produce este cambio, me estoy volviendo escéptica y hasta un poquito cínica. Porca miseria!
miércoles, enero 03, 2007
Camino de Guadalajara
Ésta es la luna de hoy.
Sólo había paz y silencio, aunque si afinabas el oído podías percibir el rumor del agua de un río que corría valle abajo, el cencerro de alguna vaca, el viento entre las ramas .
La tierra olía a húmedad, a jara.
La luz se perdía poco a poco
entre nubes rojas.
Luego apareció ella.
Si hubiera podido parar el tiempo...!
Sólo había paz y silencio, aunque si afinabas el oído podías percibir el rumor del agua de un río que corría valle abajo, el cencerro de alguna vaca, el viento entre las ramas .
La tierra olía a húmedad, a jara.
La luz se perdía poco a poco
entre nubes rojas.
Luego apareció ella.
Si hubiera podido parar el tiempo...!
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