lunes, enero 22, 2007

A veces siento miedo. Cuando oscurece es el momento en que aparece la locura. Busco el refugio de mi casa y desearía tener una enorme puerta que me separara del mundo y me protegiera de ese exterior que me remueve. No ha sido nada, me repito. No tiene por qué volver a pasar. Pero el miedo sigue ahí, no sé hasta cuando. Echo en falta un enorme manto protector para cubrir a mí y a los míos. Ojos cerrados, tibieza, sueño reparador, distancia.

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