Se acabó esa racha de apetito sin amor. Se acabó ese estar sin estar del todo. Y el esperar también se acabó. Ese esperar la gota de locura, el vértigo, el remolino de pasión, la cercanía, la comunicación. Se acabó.
No hay deseos insatisfechos.Todo está en paz.
Ahora tejo la tela de mi propio sueño
para mí.
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