La encantadora de serpientes...Hoy sentí una gran, enorme, tremenda necesidad de ir a ver la exposición de Tintoretto. De pasear por El Prado, perderme dentro de alguno de sus cuadros. De ver y sentir los colores, las transparencias, los brillos. De enlazar con esos mensajes ocultos que dejaron los pintores. De mirar a través de sus ojos otra realidad. De entrar en el espejo como Alicia.
Pero no fuí. Otro día más sin aquello que....Bueno, algo así como otro día más sin comer. Anorexia mental, o espiritual, o intelectual, o todo a la vez. Ciertamente, me estoy dejando ir y no me gusta nada lo que veo al final de la pendiente.
Por eso me gusta este cuadro de Rousseau. Como ella, quiero ser capaz de conjurar mis serpientes y disfrutar del paisaje.
Pero no fuí. Otro día más sin aquello que....Bueno, algo así como otro día más sin comer. Anorexia mental, o espiritual, o intelectual, o todo a la vez. Ciertamente, me estoy dejando ir y no me gusta nada lo que veo al final de la pendiente.
Por eso me gusta este cuadro de Rousseau. Como ella, quiero ser capaz de conjurar mis serpientes y disfrutar del paisaje.
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