domingo, abril 08, 2007

El conejo blanco

Mi futuro se diluye como un azucarillo en una limonada. Mi tiempo se desdibuja. Tan claro lo tenía cuando veía todo claramente..... Luego resultó que ese todo no era todo(resulta que a la vida le da por florecer, como al moho en las paredes, y te arruina la pintura) Y se me fue enturbiando la vista.
Ahora, que es el futuro de antes, pocas cosas se perfilan ante mí. No sé nada . Nada respecto a mi vida, mis expectativas, mis ilusiones. Resulta que existo, pero vivo tan al día y tan deseando que llegue la hora de dormir para morir un poco, que no sé si realmente vivo. No sé, no sé, se me escapan las certezas entre los dedos. Estoy cansada. No puedo mirar al frente, porque tengo miedo a perderme en tantas cosas.
Y mientras, estás tú, allí, haciendo posibles unos ratos que son espejismos, que acaban por pasar y que me hacen pensar en que si hay otro mundo, lo rozaré con los dedos pero no lo alcanzaré. Porque se me escapan las certezas y el tiempo. Y empiezo a creer que ante la imposibilidad de salir de la jaula, es mejor no saber qué hay al otro lado. Y dormir.

No hay comentarios: