Tú me envolviste en un sutil manto de palabras. Esos ojos verdosos me acariciaron y calaron tan profundamente que rompieron algo en mi interior.
Y de allí brotó agua clara de ilusión, de vida, de esperanza. Agua que barrió los sueños pasados, ya turbios y asfixiantes como pesadillas. Por un momento creí despertar a la luz, pero los nuevos sueños me apretaron en el pecho . Y creí morir.
Rompí mi vida, y la cambié por otra, por ti. Le di la vuelta a mi mundo. Me costó tanto volver a puerto....Aún no sé si he echado amarras....
Y sueño dentro de mi sueño que vivo las vidas que pude haber vivido, y temo despertar. Y encontrarme contigo de nuevo.
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