La vida está en la mirada. Los ojos nos unen . Interior con interior. La vida, a veces, se extravía en el camino que recorren mis ojos hacia los tuyos. Tu no ves, miras más allá, hacia dentro. Y te vas y vuelves, y te vas. Unas veces tú, otras no sé quién. Las miradas no se pueden aferrar, las manos, los cuerpos, sí. No te vayas. Me quedaré sola, sola con mi historia, que es la tuya.
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