La puerta se cerrará
tal como se cerró una vez.
Es posible.
Al menos habré visto y oído,
habré sabido.
Pero todo lo que entonces quedó atrás,
seguirá atrás.
Lo sentido.
Lo no dicho.
Marcas de una vida, marcas.
martes, marzo 31, 2009
sábado, marzo 21, 2009
miércoles, marzo 18, 2009
Realmente, el arte es una de las pocas actividades humanas que merecen la pena. Ahora que me hundo en la miseria y disfruto tan poco, añoro el placer visual, la armonía. Si tuviera a mano las Meninas o los Fusilamientos del 3 de mayo, me asiría a ellos como tabla de salvación... No estaría mal, sería todo un lujo.
En serio, necesito paz, calma, quietud, belleza, inactividad, contemplación. Suena a nirvana, verdad? Puede que sea cierto o que haya algo más; que lo que deseo de verdad de verdad es prescindir de todo. Sin preposiciones ni conjunciones ni adverbios: no tener, no sentir, no pensar.
Ni ser, ni estar.
En serio, necesito paz, calma, quietud, belleza, inactividad, contemplación. Suena a nirvana, verdad? Puede que sea cierto o que haya algo más; que lo que deseo de verdad de verdad es prescindir de todo. Sin preposiciones ni conjunciones ni adverbios: no tener, no sentir, no pensar.
Ni ser, ni estar.
domingo, marzo 08, 2009
martes, marzo 03, 2009
Historia de ella y de él
Pasados los primeros años de posguerra, una vez que finalizó la guerra mundial, todos tuvieron que recolocarse como buenamente pudieron. El hermano de ella, después de huir de España a Francia, pasó unos pocos años en un campo de concentración en las Landas, cerca de Argèles, sin poder unirse a la Resistencia como era su deseo. Problemas de corazón, con dieciocho años, dijeron.
De vuelta a España, no había trabajo que pudiera realizar debido a sus antecedentes de rojo impenitente. El único escape posible era la Legión, pozo sin fondo y melting pot a la vez, y allá que se fue, con sus ventitantos años, su desarraigo y dos heridas de bala a cuestas.
Él, volvió de Rusia en el último tren, con los últimos compañeros, dejando atrás la nieve, las caballerías devoradas, el fin de la guerra y trayendo una cruz de hierro al cuello. Aquí esperaba la familia,una casa en Madrid, el dinero del Ejército. Pero nada era lo que parecía. Tenía que pagar por vivir en la casa de su cuñado, habían fundido su sueldo en la esperanza de que no volviese de Rusia.
Y el desarraigo.Para él también había. No eres de nadie, nadie te siente como suyo. Da igual en qué bando has luchado y por qué; una vez acabado el conflicto los que se quedaron evitan ver a estos molestos supervivientes que les hacen sentir culpables por no haber compartido sus miserias, por sentirse cobijados en sus casas mientras los otros mueren al raso.
Qué quedaba para él? El lugar donde encontraría a los antiguos camaradas. Allí donde se comparte la misma soledad y se pierde el desarraigo. Otra vez la Legión.
El hermano de ella y él ya habían estado juntos los primeros años, y volvieron a encontrarse.
El destino teje sus redes y nosotros caemos en ellas suave y confiadamente acariciando la ilusión de ser libres.
De vuelta a España, no había trabajo que pudiera realizar debido a sus antecedentes de rojo impenitente. El único escape posible era la Legión, pozo sin fondo y melting pot a la vez, y allá que se fue, con sus ventitantos años, su desarraigo y dos heridas de bala a cuestas.
Él, volvió de Rusia en el último tren, con los últimos compañeros, dejando atrás la nieve, las caballerías devoradas, el fin de la guerra y trayendo una cruz de hierro al cuello. Aquí esperaba la familia,una casa en Madrid, el dinero del Ejército. Pero nada era lo que parecía. Tenía que pagar por vivir en la casa de su cuñado, habían fundido su sueldo en la esperanza de que no volviese de Rusia.
Y el desarraigo.Para él también había. No eres de nadie, nadie te siente como suyo. Da igual en qué bando has luchado y por qué; una vez acabado el conflicto los que se quedaron evitan ver a estos molestos supervivientes que les hacen sentir culpables por no haber compartido sus miserias, por sentirse cobijados en sus casas mientras los otros mueren al raso.
Qué quedaba para él? El lugar donde encontraría a los antiguos camaradas. Allí donde se comparte la misma soledad y se pierde el desarraigo. Otra vez la Legión.
El hermano de ella y él ya habían estado juntos los primeros años, y volvieron a encontrarse.
El destino teje sus redes y nosotros caemos en ellas suave y confiadamente acariciando la ilusión de ser libres.
lunes, marzo 02, 2009
Los sueños.... Aguardan confusos bajo la almohada. Esperan, y al poner la cara en ella, al cerrar los ojos, salen lentamente y entran suavemente. Se empujan. "Yo". "No, yo". "No, yo, yo". Y uno toma posesión de ti mismo y fabrica su lugar y su tiempo.
Y allá va. Agitación, trajín, oscuridad, extrañeza, como en la vigilia. Se acabaron aquellos colores, aquellos amores, aquellos lugares, todos hermosos.
"Vivo sin vivir en mí". Y sueño sin vivir, también.
Maldita velocidad, maldito pasar y pasar sin parar un instante.
Añoro la quietud de la belleza en todas sus formas. La serenidad de una pintura, una iglesia, un bosque, una flor, el mar, un arroyo. De lo grande y de lo pequeño. Añoro la armonía, la perfección, el equilibrio. Añoro todo lo que me falta, lo que no tengo.
Poder parar, para empezar, y no desear nada, para acabar.
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