sábado, septiembre 30, 2006
no sé
No sé tantas cosas....Quién eres, qué soy, qué es esto, o aquello, o todo.
Si vas, si vienes, si estás, si no estás...Nado entre dos aguas. Saco la cabeza para respirar de cuando en cuando, pero a veces me falta el aire. Hablo de ti y de miles como tú. Estoy rodeada de millones como tú. Tú y tus fotocopias ocupais el mundo.
Voy andando permanentemente sobre una cuerda floja.Tengo la sensación de que en cualquier momento caeré.O yo misma me tiraré.
¿Cómo se puede vivir confiando en que cuando te tiras al vacío alguien va a recogerte?
Se es como se es, y a estas alturas de la película es difícil cambiar.No sé si me dará tiempo a procurarme unas alas o un botiquín bien provisto para curar heridas.
domingo, septiembre 24, 2006
casi octubre
No me gusta el frío. Hoy amaneció gris y ventoso. Hace ya tiempo que se fueron las golondrinas a visitar inexistentes balcones norteafricanos. Pájaros obstinados, tienen que repetir y repetir su viaje sin enterarse del calentamiento global. Lean las revistas científicas y quédense aquí conmigo y dejen que escuche sus gritos de alegría por vivir!
Quiero ser lagartija. Una verde, brillante y pequeña lagartija que se funda en cualquier pared donde caliente el sol, inmóvil, sólo ella en sí misma, sin pensamientos, ni emociones, ni sentimientos.Sin exigencias. Quién va a pedir algo a un reptilillo, quién le recriminará, cómo va a poder cuestionarse ella sola.
Señor, señor, cada vez veo más claro que mi reino no es de este mundo, no sé si de algún otro, que añoro el nirvana, que me atrae la tierra, el cielo, las nubes, el sol, las plantas. Que recuerdo con placer el momento que pasé en el monte frente a un conejo quieto, mirándonos los dos a los ojos como reconociéndonos viejos amigos. Cuántas cosas se olvidan para llegar a ser humano.
sábado, septiembre 16, 2006
Tiempo que pasa.
Frío, calor.
Suda, tirita,
vístete,
levántate y anda
todos los días.
No titubees.
Motorízate.
Olvídate
de mirar al cielo.
Piensa en abstracto.
Todo son datos.
No sientas mucho,
sólo procesa.
Enfríate.
Trabaja.
Como contrapunto
degusta ese rato
en el que no hay
nada.
O siente
alocadamente.
Mucho hay
ante ti,
dispuesto a ello !
Rodrigo dice:
ganarse la vida
es perderla.
Yo digo:
perdí la mía,
sólo sobrevivo.
Pero.....
Quiero más!
Frío, calor.
Suda, tirita,
vístete,
levántate y anda
todos los días.
No titubees.
Motorízate.
Olvídate
de mirar al cielo.
Piensa en abstracto.
Todo son datos.
No sientas mucho,
sólo procesa.
Enfríate.
Trabaja.
Como contrapunto
degusta ese rato
en el que no hay
nada.
O siente
alocadamente.
Mucho hay
ante ti,
dispuesto a ello !
Rodrigo dice:
ganarse la vida
es perderla.
Yo digo:
perdí la mía,
sólo sobrevivo.
Pero.....
Quiero más!
martes, septiembre 12, 2006
Aquí, allí.
Había un lugar extraño en mi barrio. Era un puente que no acababa de serlo, una calle sobre una vía de tren. Tenía doble atractivo.
Asomada a la baranda podía ver cómo se perdían los raíles en el campo amarillo del verano. Con cuatro años, mi mundo se limitaba a lo que alcanzaba a pasear con mi abuela y a algún trayecto en tranvía o metro. Desde ese puente tenía a mi alcance lugares que oía a los mayores. París,Bilbao,Burgos, el pueblo donde iba de vacaciones mi vecina, al que odiaba porque suponía quedarme sola sin jugar en mucho tiempo....
A todas partes se iba por allí. No veía nada más que horizonte, pero todo estaba allí, al otro lado de esa línea inalcanzable. Allí. Estirar la mano y no llegar. Allí. Siempre hubo y habrá un allí. Y un aquí cierto y pesado como pies de barro.
Cuando el sol se iba, al final de la calle, muy muy lejos, aparecía un pequeño mundo de luces con jirones de bruma. Una ciudad dentro de otra, que de día no se apreciaba. ¿Qué era aquello? "¡Bah, Vallecas, Entrevías!" El tono no me hacía cambiar lo que sentía por aquella mancha borrosa con puntitos que parecían moverse, vivos. Otro allí. ¿Qué habría detrás?
Y yo, parada, quieta, mirando, poniendo casas, calles, árboles, gentes pasando, fabricando ese otro allí. Pegada aquí al barro de mis pies.
Años más tarde, también de noche, igual de parada y quieta, asomada a la ventana, descubrí otras ventanas. Luces detrás de las cortinas. Sombras pasando. Una lámpara de cristal. Otra de papel. Paredes de colores, cuadros. Todo lo que allí se veía era testimonio de otras vidas. Otras personas. Casas diferentes, vidas diferentes ¿vacíos diferentes? Imaginaba cómo sería yo viviendo allí, en esas habitaciones casi inventadas. Sensaciones, sentimientos, todos distintos a los de aquí. Ya sabía que lo de estirar la mano no daba resultado. Habría deseado tener alas y llegar hasta esos mundos.
Hoy, lo mismo que entonces me atrae el horizonte. Lo mismo miro las ventanas de los edificios por las noches. Sigo aquí. Y sigo pensando en eso que hay allí. Sigo imaginando, inventando, recreando otros lugares, otras existencias. Sigo deseando volar.
Yo estoy aquí, vosotros allí. ¿Qué veis desde vuestra ventana?¿Qué hay detrás de ella?
Asomada a la baranda podía ver cómo se perdían los raíles en el campo amarillo del verano. Con cuatro años, mi mundo se limitaba a lo que alcanzaba a pasear con mi abuela y a algún trayecto en tranvía o metro. Desde ese puente tenía a mi alcance lugares que oía a los mayores. París,Bilbao,Burgos, el pueblo donde iba de vacaciones mi vecina, al que odiaba porque suponía quedarme sola sin jugar en mucho tiempo....
A todas partes se iba por allí. No veía nada más que horizonte, pero todo estaba allí, al otro lado de esa línea inalcanzable. Allí. Estirar la mano y no llegar. Allí. Siempre hubo y habrá un allí. Y un aquí cierto y pesado como pies de barro.
Cuando el sol se iba, al final de la calle, muy muy lejos, aparecía un pequeño mundo de luces con jirones de bruma. Una ciudad dentro de otra, que de día no se apreciaba. ¿Qué era aquello? "¡Bah, Vallecas, Entrevías!" El tono no me hacía cambiar lo que sentía por aquella mancha borrosa con puntitos que parecían moverse, vivos. Otro allí. ¿Qué habría detrás?
Y yo, parada, quieta, mirando, poniendo casas, calles, árboles, gentes pasando, fabricando ese otro allí. Pegada aquí al barro de mis pies.
Años más tarde, también de noche, igual de parada y quieta, asomada a la ventana, descubrí otras ventanas. Luces detrás de las cortinas. Sombras pasando. Una lámpara de cristal. Otra de papel. Paredes de colores, cuadros. Todo lo que allí se veía era testimonio de otras vidas. Otras personas. Casas diferentes, vidas diferentes ¿vacíos diferentes? Imaginaba cómo sería yo viviendo allí, en esas habitaciones casi inventadas. Sensaciones, sentimientos, todos distintos a los de aquí. Ya sabía que lo de estirar la mano no daba resultado. Habría deseado tener alas y llegar hasta esos mundos.
Hoy, lo mismo que entonces me atrae el horizonte. Lo mismo miro las ventanas de los edificios por las noches. Sigo aquí. Y sigo pensando en eso que hay allí. Sigo imaginando, inventando, recreando otros lugares, otras existencias. Sigo deseando volar.
Yo estoy aquí, vosotros allí. ¿Qué veis desde vuestra ventana?¿Qué hay detrás de ella?
domingo, septiembre 03, 2006
A ti, a quien no conozco.
No sé quién eres.
Tus pasos pueden resonar próximos a los míos,
podemos cruzarnos en algún lugar.
Quizá incluso nuestras miradas se encuentren
y resbalen indiferentes
cayendo al suelo
perdiéndose
entre hojas secas de la calle.
Pero sé que estás.
No sé dónde.
Sé que existes.
Tu espíritu se acerca al mío en algún sueño.
Siento tu presencia al caer la tarde,
cuando el sol se oculta.
Te dejas llevar por ese aire cálido y me envuelves.
Te añoro sin conocerte, sin tenerte.
Y espero.
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