Había un lugar extraño en mi barrio. Era un puente que no acababa de serlo, una calle sobre una vía de tren. Tenía doble atractivo.
Asomada a la baranda podía ver cómo se perdían los raíles en el campo amarillo del verano. Con cuatro años, mi mundo se limitaba a lo que alcanzaba a pasear con mi abuela y a algún trayecto en tranvía o metro. Desde ese puente tenía a mi alcance lugares que oía a los mayores. París,Bilbao,Burgos, el pueblo donde iba de vacaciones mi vecina, al que odiaba porque suponía quedarme sola sin jugar en mucho tiempo....
A todas partes se iba por allí. No veía nada más que horizonte, pero todo estaba allí, al otro lado de esa línea inalcanzable. Allí. Estirar la mano y no llegar. Allí. Siempre hubo y habrá un allí. Y un aquí cierto y pesado como pies de barro.
Cuando el sol se iba, al final de la calle, muy muy lejos, aparecía un pequeño mundo de luces con jirones de bruma. Una ciudad dentro de otra, que de día no se apreciaba. ¿Qué era aquello? "¡Bah, Vallecas, Entrevías!" El tono no me hacía cambiar lo que sentía por aquella mancha borrosa con puntitos que parecían moverse, vivos. Otro allí. ¿Qué habría detrás?
Y yo, parada, quieta, mirando, poniendo casas, calles, árboles, gentes pasando, fabricando ese otro allí. Pegada aquí al barro de mis pies.
Años más tarde, también de noche, igual de parada y quieta, asomada a la ventana, descubrí otras ventanas. Luces detrás de las cortinas. Sombras pasando. Una lámpara de cristal. Otra de papel. Paredes de colores, cuadros. Todo lo que allí se veía era testimonio de otras vidas. Otras personas. Casas diferentes, vidas diferentes ¿vacíos diferentes? Imaginaba cómo sería yo viviendo allí, en esas habitaciones casi inventadas. Sensaciones, sentimientos, todos distintos a los de aquí. Ya sabía que lo de estirar la mano no daba resultado. Habría deseado tener alas y llegar hasta esos mundos.
Hoy, lo mismo que entonces me atrae el horizonte. Lo mismo miro las ventanas de los edificios por las noches. Sigo aquí. Y sigo pensando en eso que hay allí. Sigo imaginando, inventando, recreando otros lugares, otras existencias. Sigo deseando volar.
Yo estoy aquí, vosotros allí. ¿Qué veis desde vuestra ventana?¿Qué hay detrás de ella?
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