Corazón, corazón, ¿por qué te rompes?¿por qué no puedes ser duro, impermeable, inaccesible al desaliento?
Dentro de ti se mezclan, o mejor, se revuelven los sentimientos. Después llegan hasta el último rincón de mi ser, y con ellos, la confusión y el desasosiego. Y una tristeza infinita que me hace aborrecer la existencia, ésta en particular, y añorar otras que alguna vez pude alcanzar y dejé de lado. ¿Es posible vivir así?Por supuesto, y mucho peor, no te quejes, que es lo que te dicen los amigos.
Pero es que yo no quiero!!! Miro atrás y veo una sucesión de hechos, acontecimientos, ilusiones rotas, otras torcidas. Y miro aquí y ahora y veo una lucha constante, un levantarse y caer una y otra vez, un no salir de este lugar hondo y oscuro, cada vez más hondo y oscuro, cada vez más....
Y miro adelante y sólo hay incertidumbre, miedo, repetición...
Y no puedo salir de mí misma y poner distancia y ver desde fuera. Estoy atrapada. Tengo que seguir este camino absurdo como el burrito al que le ponen delante una zanahoria en las narices para que ande. Tengo que seguir cada día resistiendo que me coman las entrañas y esperar la noche para alejarme de todo. Y volver a empezar. Desaparecer...¡qué bien suena!
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