domingo, noviembre 04, 2007


Paso todos los días bajo las ramas de un olmo, que tocan mi cabeza y tengo que apartar como si estuviera en una selva en vez de en un modesto parque "rústico". Brillan con la luz aunque han perdido ya su ternura de primavera. Pero no dejan de asombrarme, porque a pesar de que se dice que es otoño ellas se empeñan en seguir echando brotecillos nuevos.
No importa el tiempo, no hay calendario. Sólo el sol que aún calienta.

3 comentarios:

José dijo...

Yo acabo de descubrir que a mis plantitas les están saliendo tallos nuevos. Impensable con el frío castellano. Pero es esperanzador, no?

ana dijo...

Hola lagave, ando corriendo como siempre pero quería saludarte al menos. Creo que las cuatro estaciones quedarán como anécdota histórica o como metáfora para los poetas, ¿viste cómo cambió el tiempo? Acá nevó en primavera y mató todas las plantitas que ahora están brotando (algunas) desde sus más profundas raíces.
Te dejo un beso grande, amiga. Volveré

lagave dijo...

Independientemente de que los humanos echemos toda clase de porquerías al aire y al agua, el clima cambiará como lo ha hecho desde siempre, desde antes de aparecer nosotros. Yo lamento la contaminación, y creo que se deberían tomar medidas duras para atajarla, pero.....

Me encanta el calor! así que lo del "cambio climático" no lo veo tan mal....
Besitos