jueves, enero 31, 2008


Hoy es uno de esos días de tránsito. Pasas, simplemente por ellos sin vivirlos, pensando en ayer y en mañana. O en el ayer y en el mañana, para ser exactos. Vivir a caballo de dos tiempos inaccesibles es no vivir. Pero qué puedo hacer si no me sale otra cosa?
Ponga un presente en su vida!!!! Vívalo, saboréelo, disfrútelo!!!!.
Pues va a ser que no, oiga, es que no me gusta la publicidad, sólo los anuncios de BMW, ya ve usted que exquisitez. Y tampoco me gusta mirar al suelo al andar, por eso tropiezo tanto, por mirar al cielo y a las ventanas de las casas. Esto mío no tiene remedio, es estructural.
Creo que debo haber nacido para estar tumbada al sol y ver las nubes pasar, y paso el tiempo haciendo, haciendo, haciendo, o pensando, pensando, pensando. Dónde queda el reposo, el vacío, el momento, el aquí y ahora? No lo sé.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues andar por la ciudad contemplando el cielo es dificultoso...¡si no es nada fácil verlo! El smog o la contaminación lumínica nos roba el cielo. Y arriesgado: la masa que te desplaza, el tráfico que ocupa tu espacio, el suelo que desaparece bajo los pies...Bueno, siempre queda la posibilidad de imaginarlo. Bs.Ns.

Anónimo dijo...

Días de tránsito...me gusta la expresión, pero ¿hay otros días donde permanecemos? Por cierto, ¿por qué te gusta los anunciosde BMW...no me sé ninguno...Ah, ¿y te has dado cuenta que con frecuencia según hacemos, hacemos, hacemos tambíen estamos pensando, pensando, pensando? Lo paralelo corre por nuestras neuronas.

lagave dijo...

Si perteneces al espécimen de"persona -que-mira-al-cielo", ni smog ni luces impiden que lo hagas. El viernes hubo una tremenda puesta de sol, incendiaria ella,y me lancé a hacer un par de fotos con el móvil desde el coche. Crees que alguien más se dio cuenta?
Claro que hay días y días. De unos te queda la memoria de haberlos vivido. Otros son eso, días de tránsito. Y cada vez son más frecuentes para mí. Y dado que me voy haciendo mayor, no me gusta, no me gusta nada!
No todos los anuncios de BMW ( creo que era de esa marca)me gustan. Hubo uno, que sólo aparecía un brazo saliendo por la ventanilla, dejándose acariciar por el viento, con unas montañas al fondo, mientras sonaba la música de "Una historia verdadera", que se encontró con mi vena camionera y me hizo pensar que esas palizas que me doy para ir a Santoña y volver en el día no son tan descabelladas.
Y, evidentemente, hacer y pensar van unidos, a veces, porque piensas lo que haces, pero en ocasiones, haces sin pensar en ello y tu cabeza sigue la marcha por su cuenta. De ese modo, ni vives lo que haces ni piensas lo que estas viviendo.
Buen domingo!