viernes, abril 18, 2008

!Cómo poder quereros y daros a los dos por igual! ¡Cómo ser justa y generosa, cómo hacer que os sintáis mirados y reconocidos!, ¡Cómo evitar que sufráis, cómo quereros como vosotros necesitáis que os quieran!
No sé nada más que me doléis en el alma, hijos míos, porque soy una madre ignorante, imperfecta, impotente. Porque no sé si mi compañía en esta vida vuestra os hará ser fuertes y mejores personas.
Porque no sé tantas cosas...! Porque lo que sé es tan inútil....!
No sé nada más que me duele el alma. Y esto no tiene cura.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Que el alma no tiene cura? El alma tiene tanta cura como cualquier somatismo. ¿Se quiere tenerla? ¿Se esfuerza uno por alcanzar esa cura? ¿Se conoce la dimensión del alma? Moverse en otras direcciones, si es necesario. Extender las manos, si es preciso. No dejarse envolver en las redes de la melancolía, Lagave, eso, nunca. Buenas noches y en cierta paz.

lagave dijo...

Lo intento, Fackel. Seguiré haciéndolo, pero es como bucear cuando se te acaba el aire: angustioso. A pesar de todo, estoy mejor. Gracias por la paz. Buena tarde!