Nacen en el azul, calentándose al sol y creciendo con él. Voluptuosamente, se extienden y desarrollan sus formas curvas. Mil tonos de blanco, mil matices de sombras, mil brillos, mil. En su continuo cambio, se afianzan, se engrandecen. Y mueren. Vaciándose, a veces. O, simplemente, desapareciendo con el ocaso.
Son tan humanas las nubes....
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