domingo, mayo 25, 2008

Septiembre 2001, pero podría ser hoy.


Y lucharé a brazo partido hasta no poder más, hasta caerme muerta, contra ese vacío, contra ese desamor. Igual que se suben montañas, se arrastran pesos, se arrancan espinas, igual yo me quitaré a tirones ese mal pegajoso que se queda dentro del alma, esa soledad asquerosa, esa falta absoluta de todo. No sé con qué armas cuento ni con qué apoyos, pero poco a poco lo haré.
Saltaré sobre mis propios pedazos, miraré hacia arriba, buscaré la luz y el cielo, y algún día podré decir adiós a todo esto.

No hay comentarios: