lunes, marzo 01, 2010

Bendito momento de encuentro y de olvido. Nadie se cruza en mi camino. El sol brilla entre las nubes redondonas. Sopla un vientecillo fresco, silbando entre las agujas de los pinos. Todos los pájaros se han puesto de acuerdo para hablarse, después de tantos días de refugio vete a saber donde.
"Oye, tú, qué tal el viento" "El chaparrón de la otra noche, fatal, no?" " No se te ocurriría bajar al suelo..." "Vaya festín, está todo lleno de bichos con tanto barro!" Y sobre todo, "Esto se acaba, ya no queda nada, en un pis pas, listo el invierno" Yo, por supuesto, pienso igual, pero no sé si lo sé o lo deseo. Como tantas cosas en las que confundimos realidad con sueño.
Y veo las gotas de la lluvia pasada sobre la hierba naciente, y los pinos limpios y relucientes, y siento la tierra húmeda bajo mis suelas, y huelo el frescor, y pienso, o deseo, no sé, ya sé que suelo confundir las emociones con los pensamientos, que en algún momento sale el sol y nos calienta las penas, que las penas son sólo chaparrones persistentes, que el sol seca la lluvia, la tierra, y que hace germinar las semillas. O los sueños?

4 comentarios:

tula dijo...

...los sueños, los sueños que son el futuro en el presente.
un beso y mágicos sueños.

Fackel dijo...

...Freud pensaba más bien que era el pasado latente día a día...

en fin, por imaginar que no quede, jaj

lagave dijo...

No estaría yo tan segura al hora de ubicar temporalmente los sueños. No los veo como futuro. Para mí son el otro presente.

lagave dijo...

Fackel, los sueños tienen una explicación freudiana bastante clara, pero a veces son los deseos latentes de la vigilia (que seguro tienen que ver con el pasado...). Ésos sí que son sueños auténticos! Lo otro, digamos que son pesadillas. Uf, hace mucho que no sueño con trenes que no llegan, en estaciones oscuras!
Desacansada noche tengamos!