miércoles, abril 22, 2009

Brindo al sol.
Sí, a él le ofrezco
y a la luna también
y a los árboles,
las rocas
y el agua.
Ofrezco mi ser
a todos ellos.
No hay comunión posible,
no la hay.
Sólo queda soledad.
Caminos cortados.
Puentes rotos.
Uno con uno mismo.

2 comentarios:

Fackel dijo...

UN brindis entraña comunión, o al menos aproximación. Es tender hacia el otro, los otros, los elementos...Uno con uno mismo ya es suficientemente fuerte. Ese aroma a religio animista que tiende a vincularte con los elementos es también un gran signo vital. Me gusta.

lagave dijo...

A veces siento que la naturaleza y los elementos son lo único cierto y con los únicos que conecto de verdad.
Creo yo que lo vital sería vincularse con la vida,pero el lado humano de ésta me resulta desilusionante, Fackel...