Brindo al sol. Sí, a él le ofrezco y a la luna también y a los árboles, las rocas y el agua. Ofrezco mi ser a todos ellos. No hay comunión posible, no la hay. Sólo queda soledad. Caminos cortados. Puentes rotos. Uno con uno mismo.
2 comentarios:
Fackel
dijo...
UN brindis entraña comunión, o al menos aproximación. Es tender hacia el otro, los otros, los elementos...Uno con uno mismo ya es suficientemente fuerte. Ese aroma a religio animista que tiende a vincularte con los elementos es también un gran signo vital. Me gusta.
A veces siento que la naturaleza y los elementos son lo único cierto y con los únicos que conecto de verdad. Creo yo que lo vital sería vincularse con la vida,pero el lado humano de ésta me resulta desilusionante, Fackel...
2 comentarios:
UN brindis entraña comunión, o al menos aproximación. Es tender hacia el otro, los otros, los elementos...Uno con uno mismo ya es suficientemente fuerte. Ese aroma a religio animista que tiende a vincularte con los elementos es también un gran signo vital. Me gusta.
A veces siento que la naturaleza y los elementos son lo único cierto y con los únicos que conecto de verdad.
Creo yo que lo vital sería vincularse con la vida,pero el lado humano de ésta me resulta desilusionante, Fackel...
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