No. Ha sonado de su boca. No.
Y eso ha barrido todas mis ilusiones.
Porque él no ha dicho sí.
Porque él no ha dicho ven.
Porque él no ha dicho te quiero.
Me abrazó pero no me retuvo.
Me besó.
Se marchó.
Mi tiempo terminó.
Y me dejó en la estación, sin esperar a que saliera mi tren, como un paquete pesado que ya se llevaría alguien.
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